Las 10 Mentiras Más Grandes Sobre la Fantasía Que Todos Creemos
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La fantasía es un género lleno de mitos, pero muchos de ellos son completamente falsos. A lo largo de los años, se han repetido tantas veces que la gente los ha tomado como verdades absolutas, limitando su comprensión de lo que realmente abarca. Se dice que la fantasía es solo para niños, que siempre sigue las mismas fórmulas o que no puede abordar temas profundos. Nada más lejos de la realidad. Este género ha demostrado ser tan vasto como la imaginación misma, capaz de explorar desde los dilemas filosóficos más complejos hasta los conflictos más humanos, con un telón de fondo de magia y maravilla. Hoy vamos a desmontar esas mentiras y descubrir qué es realmente la fantasía: un espacio sin límites, donde todo es posible y cada historia puede desafiar nuestras expectativas.
- "La fantasía es para niños"
Los cuentos de hadas nos acompañan desde la infancia, es cierto, pero reducir la fantasía a un género infantil es un error. La literatura fantástica es un reflejo de nuestra realidad, amplificado a través de lo extraordinario. Desde El Señor de los Anillos, con su exploración sobre el poder, el sacrificio y la corrupción, hasta Canción de Hielo y Fuego, que nos sumerge en un mundo de traiciones, violencia y moralidad ambigua, la fantasía ha demostrado ser un espacio ideal para abordar temas complejos y profundamente humanos. Además, autores como Ursula K. Le Guin, Patrick Rothfuss o N.K. Jemisin han llevado el género a nuevas alturas, explorando la política, la identidad, la opresión y el destino con una profundidad literaria que desafía cualquier prejuicio. La fantasía no es un escape de la realidad, sino una forma distinta de comprenderla. Es un género para quienes se atreven a imaginar lo imposible y encontrar en ello una verdad más grande.
- "Solo existen la fantasía épica y medieval"
No todo es espadas y dragones. Si bien la fantasía épica con caballeros, reinos y criaturas legendarias ha sido una de las vertientes más populares del género, no es ni de lejos la única. La fantasía es un territorio ilimitado que se fusiona con otros géneros, dando lugar a mundos y narrativas sorprendentes.
Existen historias donde la magia se entrelaza con la tecnología, como en el steampunk de La estación de la calle Perdido de China Miéville, o en el cyberpunk fantástico de Otherland de Tad Williams. El terror y la fantasía también han dado lugar a obras inquietantes como El libro de los portales de Laura Gallego o Los libros de sangre de Clive Barker, donde lo sobrenatural se mezcla con lo macabro.
Por otro lado, el realismo mágico, con autores como Gabriel García Márquez o Isabel Allende, nos demuestra que la fantasía no siempre necesita mundos inventados; a veces basta con introducir lo inexplicable en lo cotidiano para que la magia cobre vida. Y en los últimos años, la fantasía contemporánea, como en American Gods de Neil Gaiman o El Archivo de las Tormentas de Brandon Sanderson, ha expandido el género más allá de los castillos y las profecías.
La fantasía es un universo en constante evolución, capaz de adaptarse y reinventarse en cada historia. Desde metrópolis futuristas con hechiceros digitales hasta dioses olvidados en carreteras polvorientas, la imaginación no tiene fronteras.
- "La magia siempre tiene que tener reglas claras"
Brandon Sanderson popularizó la idea de sistemas mágicos con reglas bien definidas, estableciendo principios como la necesidad de coherencia y limitaciones para que la magia no se convierta en una solución fácil para cualquier problema de la trama. Su "Ley de Sanderson" ha influido enormemente en la fantasía moderna, dando lugar a sistemas mágicos meticulosamente estructurados como la Simpatía en El Nombre del Viento de Patrick Rothfuss o la alomancia en Nacidos de la Bruma. Sin embargo, eso no significa que todas las historias deban seguir este camino.
La magia en la fantasía puede adoptar muchas formas, desde lo estrictamente lógico hasta lo completamente enigmático. En El Señor de los Anillos, la magia de Gandalf no sigue un conjunto de reglas explícitas, sino que se siente más como un poder antiguo, ligado al destino y a la voluntad de fuerzas superiores. J.R.R. Tolkien no nos explica cómo funciona exactamente, y eso no la hace menos efectiva; al contrario, le otorga un aire de misterio y asombro que refuerza la sensación de lo mítico.
Lo mismo ocurre en obras como Las Crónicas de Narnia de C.S. Lewis, donde la magia es más espiritual y simbólica que mecánica, o en El Mar Quebrado de Joe Abercrombie, donde lo que parece magia podría ser una mezcla de superstición y ciencia mal comprendida. Incluso en el realismo mágico, como en Cien años de soledad, la magia ocurre sin explicaciones, simplemente como parte del mundo.
El tipo de magia que una historia necesita depende de su tono y su propósito narrativo. Si se busca un sistema de reglas para generar conflictos y estrategias, una magia detallada es ideal. Si el objetivo es mantener una sensación de asombro y lo inexplicable, una magia etérea e impredecible puede ser mucho más poderosa. Al final, la magia en la fantasía no tiene una única forma de existir, sino tantas como historias puedan contarse.
- "Los clichés matan la fantasía"
Un cliché bien usado puede ser increíble. Lo que realmente afecta una historia no es el tropo en sí, sino la falta de creatividad al utilizarlo. Muchas de las mejores obras de fantasía están llenas de elementos que podrían considerarse clichés, pero los autores los reinventan, les dan profundidad o los subvierten de formas inesperadas.
Tomemos como ejemplo el viaje del héroe, una de las estructuras narrativas más clásicas y repetidas en la fantasía. Desde El Señor de los Anillos hasta Harry Potter, hemos visto a protagonistas ordinarios convertirse en figuras legendarias. Sin embargo, cada historia que emplea este esquema lo hace con un enfoque diferente: Frodo es un héroe que no quiere serlo, Harry es el Elegido pero no sin sacrificios, y Kvothe en El Nombre del Viento de Patrick Rothfuss deconstruye la idea del héroe mítico al contar su historia con sus propias contradicciones.
Lo mismo ocurre con criaturas como dragones, elfos o reinos en guerra. En lugar de evitarlos, muchos autores juegan con las expectativas del lector. Canción de Hielo y Fuego tomó los elementos típicos de la fantasía medieval y les inyectó una dosis de realismo brutal. El Archivo de las Tormentas de Brandon Sanderson reemplazó los clásicos caballeros con portadores de esquirlada y transformó los elfos en los misteriosos y letales Parshendi. Incluso la clásica profecía del Elegido puede ser retorcida, como en La Rueda del Tiempo, donde la reencarnación del Dragón es tanto una bendición como una condena.
El problema no es el cliché, sino la ejecución. Un tropo bien trabajado puede aportar profundidad y nostalgia sin sentirse repetitivo. La clave está en darle un giro inesperado, en profundizar en los personajes y en asegurarse de que la historia no dependa solo de los clichés, sino de la forma en que los transforma. Al final, la fantasía no muere por los tropos, sino por la falta de imaginación al usarlos.
- "Los buenos siempre ganan"
Durante años, la fantasía siguió la idea clásica del bien triunfando sobre el mal, con héroes destinados a vencer a la oscuridad y restaurar la armonía. Sin embargo, la fantasía moderna ha roto este esquema, mostrando que la victoria no siempre es absoluta y que la línea entre héroes y villanos puede ser borrosa.
Obras como Berserk de Kentaro Miura han llevado esta deconstrucción al extremo, presentando un mundo despiadado donde la tragedia y la brutalidad superan constantemente la esperanza. Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin, por su parte, ha demostrado que ningún personaje está a salvo, y que la política, la traición y el poder pueden destruir incluso a los más nobles. En The Broken Empire de Mark Lawrence, seguimos a un protagonista cínico y cruel, lo opuesto al héroe tradicional, en una historia donde la moralidad es relativa y la justicia es solo un ideal frágil.
Este cambio en la fantasía no significa que los finales felices sean imposibles, sino que ahora los finales tienden a ser más matizados, reflejando el precio del heroísmo y las consecuencias reales de la lucha. En La Primera Ley de Joe Abercrombie, los personajes principales sobreviven, pero no necesariamente obtienen lo que quieren ni encuentran redención. En El Archivo de las Tormentas de Brandon Sanderson, aunque hay momentos de triunfo, los protagonistas enfrentan dilemas morales complejos y pérdidas significativas.
Esta evolución ha hecho que la fantasía sea más impredecible y, en muchos casos, más impactante. Los lectores ya no pueden asumir que el bien siempre prevalecerá, lo que añade una tensión y un realismo emocional que antes no era tan común en el género. La fantasía sigue explorando la lucha entre el bien y el mal, pero ahora lo hace con mayor profundidad, reconociendo que las victorias pueden ser amargas y que, a veces, los héroes simplemente no logran ganar.
- "La fantasía necesita un elegido o un héroe destinado"
Durante mucho tiempo, la fantasía estuvo dominada por la figura del Elegido, ese personaje con un destino predeterminado, marcado por una profecía que lo convierte en la única esperanza para salvar el mundo. Desde El Señor de los Anillos hasta Harry Potter, pasando por La Rueda del Tiempo, la idea de un héroe especial ha sido un pilar del género. Sin embargo, muchas historias han demostrado que no es un requisito indispensable para construir una gran narrativa fantástica.
La Primera Ley de Joe Abercrombie es un claro ejemplo de cómo la fantasía puede funcionar sin un elegido ni una gran profecía. En su mundo, no hay héroes predestinados, solo personajes atrapados en un conflicto donde la ambición, la supervivencia y el poder dictan las reglas. Logen Nuevededos, el sanguinario guerrero protagonista, no es un héroe en el sentido tradicional; es un hombre marcado por la violencia y el arrepentimiento, sin un destino glorioso esperándolo. Glokta, el torturador cínico y desfigurado, demuestra que la astucia y la crueldad pueden ser tan determinantes como cualquier profecía.
Otros autores también han subvertido este tropo. En Canción de Hielo y Fuego, George R.R. Martin juega con la idea del héroe elegido, solo para desmentirla una y otra vez. Personajes que parecen destinados a la grandeza son asesinados o fracasan miserablemente, demostrando que la historia no sigue un camino trazado por el destino. En El Archivo de las Tormentas, Brandon Sanderson equilibra la idea de un "Elegido" con una narrativa donde el heroísmo es una cuestión de elecciones y sacrificios, no de predestinación.
La fantasía sin un "Elegido" o una profecía ofrece historias más impredecibles y realistas. Los personajes no están obligados a cumplir un papel divino, sino que luchan, fallan y triunfan por sus propias decisiones. Y, en muchos casos, esto hace que sus victorias sean más significativas, porque no estaban destinadas a suceder, sino que fueron conquistadas a través de su esfuerzo y voluntad.
- "Si la historia es corta, no es fantasía de verdad"
Existe la creencia de que la fantasía solo puede desarrollarse en historias extensas, con cientos o miles de páginas dedicadas a construir mundos, mitologías y conflictos épicos. Sin embargo, la realidad es que no se necesita una saga de diez tomos para crear una historia fascinante y llena de magia. Autores como Borges, Lovecraft o incluso Tolkien han demostrado que una narración breve puede encapsular toda la esencia de la fantasía en unas pocas páginas.
Jorge Luis Borges jugó con lo fantástico de manera magistral en relatos como Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, donde la existencia de un mundo ficticio empieza a filtrarse en la realidad, o El Aleph, donde un objeto imposible contiene toda la vastedad del universo en un solo punto. Sus historias, aunque cortas, desatan la imaginación y nos sumergen en universos extraordinarios sin necesidad de largas descripciones.
H.P. Lovecraft, por su parte, construyó un universo entero de horror cósmico en relatos que rara vez superaban las 30 páginas. La llamada de Cthulhu y Dagon son ejemplos de cómo un mundo fantástico, con sus propias reglas y criaturas inimaginables, puede cobrar vida en un espacio reducido. La sensación de lo desconocido, lo incomprensible y lo sobrecogedor no requiere una trilogía para impactar al lector.
Incluso J.R.R. Tolkien, conocido por su monumental El Señor de los Anillos, escribió relatos cortos como Hoja de Niggle, una fábula mágica y conmovedora que encapsula en pocas páginas la esencia de la creación y la inmortalidad del arte.
En tiempos más recientes, autores como Ted Chiang (La historia de tu vida), Ursula K. Le Guin (Los doce nombres del viento) y Kelly Link (Magia para principiantes) han demostrado que la fantasía puede ser tan efectiva en la brevedad como en la extensión.
Las historias cortas pueden capturar la maravilla, la intriga y la profundidad del género sin necesidad de enormes volúmenes. En muchos casos, su impacto es aún mayor, pues condensan en pocas páginas ideas que permanecen con el lector durante mucho tiempo. La fantasía no se mide en cantidad de palabras, sino en la capacidad de transportar al lector a un mundo donde lo imposible se vuelve real.
📖 Aquí mismo, en El Imaginario de Jaro, damos vida a historias de fantasía cortas que despiertan la imaginación y dejan huella.
8. "La fantasía no tiene nada que decir sobre la realidad" – Mentira absoluta 🔥
Mucha gente cree que la fantasía es un simple escape, un mundo de dragones, hechizos y héroes predestinados que no tiene nada que ver con la vida real. Pero la verdad es que las mejores historias de fantasía son espejos deformados de nuestra propia realidad. A través de metáforas y mundos imaginarios, la fantasía aborda temas profundos como el poder, la injusticia, la identidad, el miedo y la lucha por la libertad.
📖 J.R.R. Tolkien y la sombra de la guerra
El Señor de los Anillos no es solo una historia de elfos y anillos malditos. Tolkien vivió y luchó en la Primera Guerra Mundial, y su experiencia en las trincheras influyó en la crudeza de la guerra en su historia. Los hobbits representan la inocencia destrozada por un conflicto que no entienden, mientras que Mordor y Sauron son la encarnación del mal absoluto que amenaza con devorar la libertad.
⚖️ Brandon Sanderson y la lucha de clases en Nacidos de la Bruma
En Nacidos de la Bruma, Sanderson no solo construye un sistema mágico impresionante, sino que también habla de desigualdad y opresión. Su mundo está gobernado por una aristocracia inmortal que explota a los skaa, la clase baja sometida por generaciones. La historia de Kelsier y Vin es, en el fondo, una revolución contra un sistema injusto, y aunque tenga poderes mágicos, la esencia es la misma que hemos visto en innumerables rebeliones a lo largo de la historia.
🛐 Neil Gaiman y la lucha por la identidad en American Gods
En American Gods, Gaiman usa la fantasía para hablar de cultura, inmigración y el choque de creencias en la modernidad. En la historia, los antiguos dioses como Odín y Anansi se ven reemplazados por nuevos dioses del consumo, la tecnología y la globalización. ¿Qué es sino una crítica a cómo el mundo actual abandona tradiciones y valores en favor de un progreso acelerado? Detrás de cada metáfora mitológica, American Gods es un comentario sobre lo que significa pertenecer en un mundo que cambia demasiado rápido.
👑 Juego de Tronos y el poder sin escrúpulos
George R.R. Martin ha dicho que su obra no es solo fantasía, sino un reflejo de la política y la historia real. En Canción de Hielo y Fuego, la lucha por el Trono de Hierro no es más que una alegoría de la ambición humana. La traición, la corrupción y la brutalidad en su mundo recuerdan a episodios históricos como la Guerra de las Rosas en Inglaterra. No hay buenos absolutos ni malos caricaturescos, solo humanos con motivaciones complejas.
La fantasía es un reflejo de nuestras preocupaciones
Aunque los escenarios cambien, los dilemas son los mismos:
¿Hasta dónde puede llegar el ser humano por poder?
¿Cómo lidiamos con la opresión y la injusticia?
¿Qué significa ser parte de una cultura en un mundo que cambia?
¿Es posible vencer el mal sin convertirnos en aquello que odiamos?
Mi próxima novela, Prisión Invisible Zero, también juega con esta idea. A través de una historia de ciencia ficción oscura con toques de fantasía, exploro temas como la vigilancia extrema, el control de la información y el miedo a perder la identidad en un mundo donde la libertad es solo una ilusión. Porque, al final, la fantasía no es un escape de la realidad... es otra forma de entenderla.
La fantasía no es solo escapismo. Es una manera diferente de hablar sobre la realidad.
¿Qué historia de fantasía crees que refleja mejor el mundo real? ¡Déjalo en los comentarios!
9."La fantasía es escapismo sin profundidad" – Un Mito Erróneo
A menudo se menosprecia la fantasía con la etiqueta de "escapismo", como si solo sirviera para huir de la realidad sin aportar nada más. Sin embargo, esta visión ignora la riqueza del género y su capacidad de explorar las preguntas más profundas de la existencia. Sí, nos escapamos a otros mundos, pero lo hacemos para ver el nuestro con nuevos ojos.
La fantasía no es solo magia y criaturas extraordinarias. En sus mejores expresiones, el género es una reflexión de la humanidad a través del lente de lo imposible. Detrás de los dragones, los reinos encantados y los hechizos, se esconden temas como el destino, el bien y el mal, el poder y la corrupción, la identidad y la lucha por la libertad.
El Destino y el Libre Albedrío
Desde El Señor de los Anillos hasta Harry Potter, la fantasía ha explorado la tensión entre el destino y la capacidad de elección. Frodo no está predestinado a destruir el Anillo Único, sino que elige hacerlo a pesar de la carga que representa. Del mismo modo, en La Rueda del Tiempo, los personajes luchan contra la idea de estar atrapados en un ciclo interminable de destino, preguntándose si sus acciones realmente importan.
El Bien y el Mal: Más Allá del Blanco y Negro
Las mejores historias de fantasía evitan dicotomías simplistas. Canción de Hielo y Fuego desdibujó las líneas entre héroes y villanos, mostrando que el bien y el mal son perspectivas moldeadas por el contexto. En The Witcher, Geralt de Rivia vive en un mundo donde el "mal menor" es una elección constante, desafiando la idea de que existe una única solución correcta.
El Poder y la Corrupción
La fantasía es un espejo de nuestra relación con el poder. Desde la caída de Anakin Skywalker en Star Wars hasta la transformación de Denethor en El Señor de los Anillos, el género examina cómo el poder puede corromper incluso a los mejores. Historias como El nombre del viento nos muestran que la sabiduría no siempre viene con el poder, y que la línea entre el héroe y el tirano es delgada.
La Naturaleza Humana a Través de lo Fantástico
Lo más irónico del escapismo es que, a menudo, al huir de la realidad, la comprendemos mejor. Las Crónicas de Narnia no son solo cuentos sobre un mundo mágico, sino una meditación sobre la fe, el sacrificio y la inocencia perdida. American Gods de Neil Gaiman usa la mitología para explorar la cultura estadounidense y el choque entre lo antiguo y lo moderno.
Conclusión: La Fantasía como un Viaje Hacia la Verdad
Escapar no es olvidar la realidad, sino darle sentido desde una nueva perspectiva. La fantasía no es un refugio sin sustancia; es un género que nos permite soñar, cuestionar y explorar lo más profundo de la condición humana. Como decía J.R.R. Tolkien:
"¿Por qué despreciar el escapismo? Si un prisionero escapa de una cárcel, no preguntamos si su fuga es real o ficticia. Solo importa que ha encontrado la libertad."
La fantasía nos da esa libertad. Y en ella, encontramos las verdades más esenciales de nuestra existencia.
10"Todo ya está escrito" – Un Mito que Limita la Creatividad
Es común escuchar que "todo ya está escrito", como si la literatura —y en especial la fantasía— fuera un pozo agotado donde solo se pueden reciclar las mismas historias de siempre. Esta idea no solo es errónea, sino que desmotiva a los escritores y oculta una verdad fundamental: la fantasía sigue evolucionando, y cada autor tiene el poder de aportar algo nuevo.
La Fantasía Está en Constante Transformación
El género no es una colección cerrada de mitos, sino un espacio en continuo crecimiento. Si todo estuviera escrito, no habríamos pasado de los relatos medievales de caballería a El Señor de los Anillos, ni de los cuentos de hadas clásicos a Harry Potter. La literatura fantástica ha cambiado con cada generación porque el mundo cambia, y con él, las historias que queremos contar.
Hoy en día, las novelas de fantasía incluyen perspectivas y temas que antes eran ignorados o impensables. Se han explorado estructuras narrativas distintas, enfoques más filosóficos, deconstrucciones del héroe tradicional, nuevas mitologías y fusiones con otros géneros. Obras como El Archivo de las Tormentas de Brandon Sanderson han redefinido la magia con sistemas hiperdetallados, mientras que novelas como La casa en el mar más azul de TJ Klune han incorporado un tono cálido e inclusivo que antes no era común en la fantasía.
Cada Escritor Aporta una Nueva Visión
Incluso si los arquetipos y temas universales de la fantasía se repiten (el viaje del héroe, la lucha entre el bien y el mal, el descubrimiento de la magia), la forma en que cada autor los interpreta es única. Nadie ve el mundo de la misma manera, y esa diferencia se traduce en historias nuevas, en mundos que no existían antes.
Además, hay infinitas maneras de subvertir lo ya conocido. La Novena Casa de Leigh Bardugo reinventa el concepto de la magia oscura en sociedades secretas universitarias, The Broken Earth de N.K. Jemisin introduce una estructura narrativa única con narradores poco confiables, y Piranesi de Susanna Clarke crea un universo surrealista que desafía la noción misma de la realidad.
En El Imaginario de Jaro, precisamente exploramos estas ideas: ¿cómo reinventar lo que creemos conocer? ¿Cómo darles vida a historias que rompan con lo predecible? La fantasía no es solo repetir fórmulas, sino encontrar nuevas maneras de hacer que los lectores sueñen y se pregunten "¿y si…?". Cada historia que escribimos es una oportunidad de innovar, de desafiar lo establecido, de demostrar que aún queda mucho por contar.
Mundos Aún por Descubrir
Cada época tiene sus historias pendientes, aquellas que aún no han sido contadas porque el momento no era el adecuado. Hace décadas, la fantasía se centraba en mundos inspirados en la Europa medieval, pero hoy vemos influencias de culturas asiáticas, africanas, latinoamericanas e incluso futuristas. ¿Cuántos mundos más están esperando ser imaginados?
La creatividad no es una fórmula matemática con respuestas finitas. Si cada escritor creyera que "todo ya está escrito", no existirían obras innovadoras, ni giros inesperados en la fantasía. Siempre habrá espacio para nuevas perspectivas, nuevas voces y nuevas formas de narrar lo imposible.
Conclusión: La Fantasía es Infinita
El mito de que "todo ya está escrito" surge del miedo a la repetición, pero la realidad es que lo que importa no es qué se cuenta, sino cómo se cuenta. La fantasía no tiene un límite, porque la imaginación humana no lo tiene.
Mientras existan escritores dispuestos a soñar con lo imposible, habrá historias que aún no han sido contadas. Y en El Imaginario de Jaro, seguimos explorando esas nuevas fronteras de la fantasía. ¿Te atreves a imaginar con nosotros?
Ahora te toca a ti. ¿Cuál es la historia de fantasía que más te ha hecho reflexionar sobre el mundo real? ¿Crees que la fantasía puede ser tan poderosa como la historia o la filosofía para entender nuestra realidad? Déjame tu opinión en los comentarios, me encanta debatir sobre estos temas.
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