Ver en la oscuridad Capitulo 2
Absorto en mis pensamientos por todo lo que había pasado
no me percate de que la puerta estaba abierta y el pomo manchado de sangre. Al
entrar la casa estaba revuelta en el suelo se hallaban 3 cuerpos uno de ellos
tenía la cabeza separada del cuerpo, algo que era marca de Salomón, los otros
dos no habían tenido menos suerte pues uno estaba partido por la mitad y el
tercero había sido empalado con una espada, todos tenían una marca en la mano,
tres puntos que formaban un triángulo, de repente escuche sollozos que venían
de la planta superior, así que con cuidado tome la daga oxidada y empecé a
subir las escaleras, para mi mala fortuna debido a mi estado uno de los
peldaños crujió y de la habitación sonó un alarido que decía:
- ¡He acabado con vuestros amigos, que os hace pensar que
no hare lo mismo con vosotros!
-Salomón tranquilo, soy yo
- ¡Han matado a Marion, y tú te atreves a venir aquí!
-Sabes que no vendría si no tuviese elección o algo que
ofrecer...
En ese momento vi en el alfeizar de la puerta a Salomón
mirando me con los ojos del mismo demonio mientras me preguntaba:
- ¿A sí, y que puedes ofrecerme tú, un rey caído?
-VENGANZA.
Sin mediar palabra Salomón se giró y entro a la
habitación mientras me preguntaba si iba a subir para explicarle lo que sucedía
o me quedaría en las escaleras como un pasmarote esperando la llegada de
nuestros enemigos, pero lo que hiciese debía hacerlo ya, no tardarían en echar
de menos a los muertos y vendrían a buscarlos. Así que subí todo lo rápido que
mi cuerpo me permitía y un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver la imagen de
Salomón abrazando al cadáver de su mujer. Todavía está caliente dijo Salomón, si no me hubiese
entretenido torturando a mis asaltantes, para saber que era gente de palacio…
habría llegado a tiempo de salvarla, ella era mi vida y que tu estes aquí en un
estado tan lamentable después de que maten a mi esposa e intenten matarme a mí
solo me dice que tú tienes o la respuesta o la culpa... y por el bien de ambos
espero que sea la primera.
Por un momento
contuve el aliento sin saber que decir, solo podía observar al que una vez fue
mi compañero de batalla de una forma que nunca podría, derrotado, hundido...
Tome aliento y le respondí, la culpa de todo es de mi hijo y mi nueva esposa,
ella era más joven que yo y poco mayor que mi hijo, creo que a él nunca le
sentó bien que yo encontrara cobijo tan rápido en las faldas de otra mujer,
pero lo mío con Tessa fue algo mágico, ahora pienso que pudo ser brujería, pues
en una de mis paseos acaballo por las tierras viendo que todo estuviese en
orden, cerca de la linde del bosque escuche a una mujer cantar, era algo
inusual pues pensé que era la voz de mi mujer fallecida, desmonte mi caballo y
me adentre pensando que estaba loco y sería Anne a la que encontraría al final
de ese cantar, siguiendo la voz me fui adentrando hasta tal punto que se me
hizo de noche pero me fue indiferente debía seguir, cada vez se oía más fuerte
y al final llegue a un claro donde estaba Anne al borde de la orilla de un lago
el cual nunca había visto a pesar de conocer bien estas tierras. No cabía en mi
por la emoción y el gozo que sentía, el corazón parecía que iba a reventarme,
el cuerpo se me lleno de energía y sin saber por qué, salí corriendo hacía
ella, solo quería abrazarla y besarla. Cuando ella se percató de mi presencia
empezó a gritar por el susto de verme, al escuchar sus gritos salí del trance
en el cual me encontraba y vi que no era Anne, le pedí disculpas y le expliqué
la situación, ella dijo que lo entendía y la invité a palacio. Volvimos juntos en
mi caballo y emprendimos la marcha, en el trayecto ella me conto que nació en
las tierras del Norte, hija de padre comerciante y madre costurera, iba a
desposarse con un chico que le presento su padre y esa misma noche unos hombres
asaltaron su casa, matando los a todos menos a ella ya que se su padre la
escondió en un cuarto secreto donde guardaba el oro y objetos valiosos. Al
dejar de escuchar los gritos de su familia y nuevo esposo decidió salir de su
escondite y vio aterrada y entre lágrimas a su familia ahorcada en el salón y
el que iba a ser su marido crucificado cabeza abajo en la pared, al borde de la
locura cogió un puñal y decidida a quitarse la vida. Pero justo antes de
hacerlo se planteó otra alternativa, podía morir ahí mismo o coger los objetos
de valor que había en el cuarto y emprender una marcha para conocer su destino.
Su historia
termino con nuestra llegada después de la media noche al castillo, así que la
lleve a la cocina pues ambos teníamos hambre y cocine algo de carne he hice
ensalada. Ella dijo que no era común ver a un rey cocinando, yo le respondí que
antes de ser rey tuve otra vida, cuando sonrió volví a ver a Anne y me di
cuenta de que no le había preguntado su nombre. Comimos rápido y la acompañe a
su habitación le dije que podía quedarse cuanto quisiera que fuera mi invitada
y antes de que cerrara la puerta le pregunte por su nombre me dijo que era
Tessa y mayor fue mi sorpresa cuando acto seguido ella cerró la puerta, con un
sentimiento extraño decidí ir a mi habitación y acostarme, fui directo a mi
cama y no podía quitarme de la cabeza esa canción.
Salomón me
interrumpió con un gruñido diciéndome que debía ir al grano no estaba ahí para
escuchar una historia de amor de juglares, si no iba al grano me rebanaría el
gaznate, eso me lo decía mientras apretaba fuerte el mango de su mandoble.
Cuando iba a continuar escuchamos pasos, debían ser los amigos de los
asaltantes nocturnos. Así que decidimos cortar la conversación y prepararnos para
una pequeña emboscada, ya continuaremos más tarde, yo cogí el cuchillo oxidado
y me aposte tras la puerta, Salomón beso la frente de su mujer muerta se giró y
espero en mitad de la habitación mientras sostenía su mandoble a una sola mano
y gritaba:
- ¡Estoy arriba
por si queréis acabar lo que vuestros amigos empezaron!
No subió nadie,
nos miramos esperando lo peor, no pasaba nada, entonces me percate de que mi
compañero estaba herido, decidimos ir en busca de ayuda, bajamos con cuidado y
allí no había nadie. Al salir nos percatamos de que la vecina iba corriendo
calle abajo y empezó a llamar a la guardia, debía a ver sido ella quien escucho
los ruidos y entro a ver, Salomón dijo que fuéramos a la vieja casa abandonada
y curarnos allí, cogimos comida y agua y salimos, no estaba muy lejos antes de
darme cuenta estábamos junto a la puerta de la vieja casa de los Godoy, pero no
entraríamos por ella si no por una ventana rota, primero entro Salomón y luego
yo, el lugar estaba oscuro y olía a una mezcla entre podrido y humedad Salomón
abrió una vieja trampilla en medio del salón por la cual accedimos al sótano
nuestra sorpresa fue mayor cuando las luces de las velas se encendieron solas
el fuego de un pequeño fogón también empezó a arder y la cuchara del cazo a
girar el extraño guiso que había dentro, y un sabroso olor emanaba de ella.
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